Rebobinemos el casete un poco. Luis Guillermo Solís inició la campaña electoral del 2013 como un desconocido respaldado por un partido que ya se había consolidado como la tercera fuerza política del país a pesar de no haber ganado aún una elección.
Cuando activó sus canales sociales sus rivales Johnny Araya (PLN) y José María Villalta (FA) le tenían una considerable ventaja. El 01 de octubre de 2013, por ejemplo, Solís sumaba 7174 seguidores en su página de Facebook mientras Villalta contabilizaba 42631 y Araya 55575.
Pero si algo nos enseñó la campaña del 2014 es que los medios sociales sirven para ganar una elección, si voluntaria o accidentalmente se dan las condiciones necesarias dentro y fuera de la red. O dicho de otra manera, caemos en un error al estudiar los medios sociales fuera de la coyuntura política. Todo está mezclado.
Entonces, si las redes sociales fueron vitales para el triunfo del PAC en 2014, ¿podemos comparar el arranque de Luis Guillermo Solís con el de Carlos Alvarado cuatro años después? A fin de cuentas, si hay un partido que parece ser más afín con la masa digital es el [neo] PAC.
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