Como parte de un estudio que estoy desarrollando sobre la participación de don Luis Guillermo Solís en redes sociales desde el inicio de su gestión me encontré con un dato que me llamó mucho la atención: el talking about (hablando de) de su página de Facebook. En el gráfico que aparece a continuación podemos ver la progresión de esta estadística hasta el 17 de enero de 2015.
A simple vista el gráfico nos divide la historia en dos partes. La primera va del 08 de mayo, cuando asume el poder, hasta la primera semana de julio, cuando termina la participación de Costa Rica en el Mundial de Fútbol de Brasil. Aquí tenemos a un Luis Guillermo Solís muy fuerte en redes sociales; un rockstar que tiene fanáticos en vez de seguidores, algo que ningún otro político ha logrado en Costa Rica. Terminada la participación de la selección de fútbol en el mundial los números caen con rapidez. Hay picos en eventos aislados, pero en los últimos meses se ha mantenido, en promedio, en un 5% de lo que registró en la primera semana de su gestión. ¿Que sucedió? ¿Y es esa caída un mal síntoma?
El por qué cayeron los números es algo muy difícil de explicar, pero apostaría por una combinación de factores y no todos están dentro del ámbito de las redes sociales. A través del social proof (influencia social) las redes sociales tuvieron una cuota de participación en el triunfo de don Luis Guillermo, lo que deja por fuera muchas de las acciones del equipo de campaña encargado de las redes. En otras palabras, las redes trabajaron por si mismas, yo no respondiendo a una estrategia. Ese social proof nos daba a entender que había mucha expectativa, de ahí que los números fueran tan altos al inicio de la gestión. Esta expectativa la pudimos ver inclusive en la campaña electoral. Recordemos que luego de la primera ronda la página de Facebook de Luis Guillermo Solís ganó más de 50,000 seguidores en solo dos días. Su contrincante, Johnny Araya, solo pudo ganar 1,700 nuevos seguidores en el mismo lapso.
Al no haber un control de las redes sociales éstas se convierten en termómetros de la opinión pública (o al menos de un segmento importante de la población). Una encuesta de CID Gallup publicada en enero mostraba que la popularidad del presidente había caído. Curiosamente, cayó la popularidad y cayó el talking about. ¿Coincidencia o es que las redes sociales pueden anticipar lo que posteriores estudios y/o encuestas nos van a decir? ¿Avisaron las redes sociales de que la luna de miel había terminado? Apuesto a que hay señales dentro de todo ese ruido.
Una caída en el talking about era normal, pero a veces pienso que una caída tan grande no deja de ser preocupante. Me confirma que es el público quien decide lo que lee y de lo que habla, y un gobierno o una empresa. Si el público decidió quitarle atención al presidente es poco lo que se puede hacer para revertir la situación de un día para otro. Hoy en día es difícil encontrar nodos aislados, todos los elementos están conectados e influyen entre si. Si las redes sociales fueron un termómetro para la campaña electoral también lo deben ser para medir de forma rápida la gestión del gobierno.
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